- Si utilizamos señales visuales y gestuales para ayudar al alumno a centrar su atención, evitaremos que esté desatento en la tarea y tener que llamarle la atención en voz alta delante de todo el grupo.
- Una clase bien estructurada y organizada ayuda a centrar la atención y a anticipar las diferentes actividades que se desarrollan a lo largo de la jornada escolar. Si utilizamos pictogramas para marcar los distintos momentos que se van a suceder, cual ha terminado ya y en cual nos encontramos, la ayuda será mayor.
- Una metodología flexible en la que pueda haber momentos para levantarnos o posibilidad de salir del aula para desarrollar algún "recado", permitirá al alumno TDAH prevenir momentos de ansiedad o aparición de conductas disruptivas, llamadas de atención, etc.
- Utilizar la motivación como punto de partida a la hora de plantear actividades aumenta las posibilidades de éxito en las tareas. Es necesario en el alumnado TDAH ya que no tienen motivación interna.
- Utilizar una metodología que parta de sus conocimientos y experiencias previas, asegurando el aprendizaje significativo, nos permite sacar partido de la espontaneidad y curiosidad que tienen los alumnos con TDAH para así motivarles hacia los temas de aprendizaje.
- Supervisar y revisar el desarrollo de las habilidades escolares (registro de agendas, orden de la cajonera, preparación de material, colocación de estuche y mochila, sentarse correctamente, trabajar en silencio…) hará que se sientan más seguros a la hora de afrontar las tareas en el clase y en casa.
- En relación con el anterior, una agenda revisada y organizada, les ayudará a cumplir con los plazos de los deberes y los exámenes.
- Mostrarles el producto final que les estamos pidiendo les ayuda a tener una imagen clara de la ejecución correcta. Así mismo, el desglosar la tarea en pequeños pasos reales y más cercanos.
- Plantear actividades dinámicas, novedosas, cortas y variadas, va a reducir la aparición de conductas desatentas.
- Si les damos la posibilidad de elegir actividades o temas entre las opciones que planteemos nosotros, realizarán las tareas con mayor interés, ya que afrontamos con más ganas lo que nosotros mismos elegimos.
- En la evaluación, variar el tipo de preguntas en los exámenes (respuesta de elección múltiple, rellenar huecos, unir con flechas o hacer exámenes orales) y ayudarles a repartir el tiempo dedicado a cada pregunta.
- Posibilidad de hacer grupos flexibles y desdobles, nos permite trabajar con grupos menos numerosos y más homogéneos.
- Estar atentos a los pequeños logros para aplicar reforzadores de forma inmediata, nos permite aumentar la autoestima de nuestros alumnos.
lunes, 10 de noviembre de 2014
Indicadores de éxito en el aula
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